Etapa 1: Logroño-Nájera

Tras dormir del tirón, 29,6 km entre pecho y espalda. Nos ha costado algo encontrar bar para almorzar en Logroño; la salida hasta la calle Marqués de Murrieta, no encontraba muchos bares para el necesario café con leche y tostada. Salimos por la Puerta de Revellìn, como dios manda y entre jardines nos fuimos adentrando en los Parques de San Miguel y de la Grajera. Ahí, la Noe ya recibió el primer piropo de la jornada, cuando un ciudadano de a pie a nuestro paso, le espetó "Guaaapaaa", y la niña se puso bien contenta. El día ha sido caluroso y el camino hasta Navarrete, nos hizo empezar a quitar ropa. Antes de llegar a Navarrete, Noe ya empezó a tener bajón: lleva una mochila más pesada que la mía, y ya los pies le hacían mal. Hemos ido tirando de ella, y como es todo pundonor (buena astur), pues como que ha llegao la mar de bien. Tras alucinar con la portada del cementerio de Navarrete y la iglesia de Ventosa, hicimos parada para comer en el Alto de San Antón. Hacía tanto viento que fue comer, pillar algo de anfilado y a la carretera que faltan peregrinos. Antes de llegar a Nájera, unas fotos de rigor en el Poyo de Roldán, y a casita!!. El albergue muy majo y bien cuidado, céntrico y al lado de la parte emblemática. Mientras Noe se petaba unas ampollas, Chuqui y yo hemos ido de vinos y tapas para otear un buen menú de peregrino a 9 € con patatas a la riojana y costillas de cordero, todo regado con buen vino de la tierra. Mañana nos esperan 35 km. Ah, primer día sin afeitar y pa lante.

Hasta mañana 

Fede