El domingo 17 de febrero hemos realizado nuestro segundo entrenamiento. Chuqui ya estaba curadito y todos bien monos, así que....a caminar. Como mi reina, Noe, está de que en plano se va mejor -no le falta razón, total, quién narices inventó el Everest, home!- , hemos repetido en El Prat. La verdad es que me quedé con ganas de ir al Delta, y ha sido una buena excusa. Iniciamos la marcha a las 9 horas, y vamos xino-xano siguiendo el recorrido del otro dia, pero en vez de torcer a la derecha, nos vamos a la izquierda, siguiendo la senda o camino que se va dirigiendo hacia la zona protegida del Delta, por el mirador de la Bunyola. Aquí nos encontramos con una verja que impedía el acceso hasta las 10 de la mañana. Tocaba media vuelta....o no. Y no se porqué ganó el no. En votación a mano alzada decidimos continuar (no había sobres) y llegamos al Mirador bien pronto. Es realmente bonito contemplar la zona protegida y la tranquilidad con que las aves descansan. Este descanso fue roto por un agente que al percatarnos de nuestra presencia (quien narices nos mandaría subir al mirador!) , nos llamó el alto, nos pilló la matrícula (léase dni) para imponernos una multa (en domingo, a las 9,40 de la mañana y sin abogado defensor!). Bueno, se dio cuenta que no éramos mala gente y , ante la ausencia de indicaciones que lo señalaran y la cara de niños de primera comunión, nos dejó marchar, cual pájaros del Delta. Continuada la marcha, nos dirigimos a l´Antiga Caserna dels Carabiners y al Mirador del Semàfor, sitios emblemáticos tras dejar l´Estany de la Ricarda. Tras la visita y fotos de rigor, emprendimos la vuelta. Podríamos haber hecho un poco más pero Noe estaba saliente de marcha -esperemos que el santo reconduzca su pecaminosa vida- y decidimos descansar en el Cèntric con unas buenas bravas regadas con cerveza. Pota blava. Os dejo en la siguiente entrada una presentación de las fotos de la jornada. Au siau!
No hay comentarios:
Publicar un comentario