Bueno estamos ya calentando motores, definiendo últimos detalles. El viernes salimos escopeteados del trabajo cada uno hacia un punto cardinal diferente de Barcelona. En un ejercicio de corro-llego-mekitolaropa-mepongolaotra-agarro mochila y tira pa abajo, salimos a toda máquina para ver si somos capaces de salir a las 16 horas de casa de Noe. Son 470 kilómetros hasta Logroño, y esperamos completarlos en 4,30 horas. Habrá cena por el camino. Cena hispánica, léase, tortilla española -hecha por el que les habla- y empanada astur traída ex profeso por los padres de Noe que vienen el jueves desde Asturias trayendo tan rico manjar para nuestro paladar. Creo que Chuqui hará de conductor (le encanta!) y así le podré llevar la contraria en toda decisión: que si tira por aquí, que si porqué no has girado,etc.
Advierto ya de antemano: alguna fémina desaprensiva me ha retado a no afeitarme (aunque podría darse otra versión, el resumen es éste). Está claro que no me conoce bien porque picarme.....Así que a fin de cumplir, a partir del sábado 23, primer día del camino, no pienso afeitarme hasta mi vuelta a Logroño (deber obliga). Como soy consciente que no a todos les gusta la barba, dejo la imagen de este zagal (hago notar que no soy yo; el de la foto está bastante más presentable que mis huesos).
Au siau! (hasta mañana,que queda menos).
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