Etapa 5: Burgos-Hontana del Camino

Salimos de Burgos por detrás de la catedral, en la calle Fernán González. Desde aquí hay que caminar hasta el arco o puerta de San Martín, de herradura en mudéjar y restaurado en el siglo XX. Pasado el arco, doblamos a la izquierda para descender por unas escaleras a la calle Emperador. Más adelante continuamos a la izquierda por la calle Villalón para desembocar en el Paseo de la Isla, al pie del río. Cruzamos el Arlanzón y giramos a la derecha siguiendo su margen. Siempre rectos, al pie de la N-120 por las avenidas de Palencia, de Villacián Rebollo y la calle de Villadiego, llegaremos hasta el desvío marcado como "Los Guindales. Vivero Forestal" (Km 3).

Lo tomamos, desviándonos a la derecha, y seguimos rectos por la calle Benito Pérez Galdós. Junto a la puerta del vivero, termina la ciudad y el asfalto se torna en pista. El Camino no entra en Villalbilla, y tuerce a la derecha para salvar el arroyo Molinar (Km 5,9). Reanudamos por pistas para cruzar el puente sobre la circunvalación que enlaza con la N-120 y la autovía del Camino y vamos en busca del viaducto Arlanzón, que pasamos por debajo (Km 8,6). Cruzamos el río Arlanzón por la carretera y salimos de ésta por un andadero paralelo que nos lleva a Tardajos (Km 10,8).

Superamos el pueblo por la calle del Mediodía, la plaza Leandro Mayoral y la calle Real Poniente y pisamos finalmente el asfalto (sin arcén) para dirigirnos a la cercana Rabé de las Calzadas. En el corto trayecto pasamos el río Urbel. Este cauce, que recorre más de 50 kilómetros por la provincia de Burgos, es estrecho y de poco caudal pero amigo a desbordarse y enfangar las praderas. Llegamos a Rabé de las Calzadas (Km 12,6).

Por la calle Santa Marina sobrepasamos la fuente hasta la plaza Francisco Riberas y salimos por Baldomero Pampliega. De ahora en adelante sólo tendremos la meseta castellana: largas rectas a 800 metros de altura sin más compañía que nuestra sombra y grandes extensiones de cereal. Casi a tres kilómetros de Rabé, a mano derecha, se encuentra la fuente de Praotorre, con mesas para el descanso (Km 15,4). Tras ella, la pista continúa en ascenso hasta alcanzar una zona más plana que da acceso al valle donde se asienta Hornillos (Km 17,9). La pendiente es de pedregosa cuesta, apodada Matamulos. Después de cruzar una carretera y el cauce del río Hormazuela entramos en Hornillos del Camino, con una calle principal de paso orientada de este a oeste (Km 20,6). 

A la salida de Hornillos, seguimos por la meseta. Cinco kilómetros más allá de Hornillos nos encontramos con una cruz de Santiago (Km 25,5) y 700 metros más adelante con el cruce hacia el albergue San Bol, situado a la vera del río del mismo nombre (Km 26,2).

Una hora más de caminata y llegamos al final de etapa: Hontanas, agazapado en el valle. El nombre de la población procede del término latino fontana, fuente en castellano. El sacerdote boloñés y asiduo peregrino (fue a Compostela tres veces durante los años 1666 y 1673), Domenico Laffi, relató que en Hontanas los pastores rodeaban sus cabañas con un muro para defenderse de los lobos (Km 31,1).

Dificultades:

Más de 30 kilómetros sin sombra donde cobijarse. 

Observaciones

En todas las localidades intermedias de la etapa hay albergue y bar y la población con más servicios es Tardajos, a casi once kilómetros de Burgos

Cosas interesantes:

Tardajos:   Localidad histórica del Camino construida sobre asentamientos romanos y junto a la calzada romana que unía Clunia con Juliobriga. Fue repoblado, a partir del año 882. De la división en dos barrios queda el legado de sus dos iglesias, la de Santa María y la de la Magdalena.

Rabé de las Calzadas: Destaca la iglesia parroquial dedicada a Santa Marina y la ermita, que guarda la imagen de Nuestra Señora del Monasterio, A la entrada de Rabé de las Calzadas está situado el palacio del Conde de Villariezo, de principios del XVII.

Hornillos del Camino: Su calle Real, flanqueada por recias casas de piedra de dos alturas, es la propia sirga de peregrinaje. El pueblo fue donado en 1156 por Fernando VII, apodado el Emperador, al parisino monasterio de San Dionisio.

Arroyo San Bol: En una vaguada entre Hornillos y Hontanas se encuentra arroyo San Bol, un paraje en plena meseta castellana, perteneciente al pueblo de Iglesias, donde estuvo emplazado el monasterio antoniano de San Boal.

Hontanas:  No ves Hontanas hasta que no estás pegado a ella. A la misma entrada, junto a la gran iglesia gótica y neoclásica de la Inmaculada, conviven albergue-restaurante y hostal y bajando por la calle Atapuerca: Escenario de los yacimientos paleolíticos más importantes del mundo. Se pueden visitar de forma guiada para contemplar el lugar donde vivió el Homo antecesor hace ya más de un millón de años.